¿Sabías que la respiración es la única función que podemos hacer de un modo consciente e inconsciente? De hecho, el fin de este acto fisiológico repercute en nuestra vitalidad mucho más allá de lo que pudiéramos creer. Por ello, aprender a respirar bien se ha convertido en uno de los puntos claves para lograr un mayor nivel de bienestar. Veamos cómo hacerlo.
Existen tres respiraciones básicas que reciben distinto nombre según la región del tórax que se emplee, ya sea el abdomen, el diafragma o las clavículas.
La respiración baja o abdominal es aquella que tiene lugar cuando el abdomen se hincha al inspirar —momento en que asciende el diafragma— y se deshincha al espirar. Este tipo de respiración está asociada a la relajación.
También conocida como respiración alta, esta forma de respirar se caracteriza por la elevación de los hombros y la contracción del abdomen durante la inspiración. Es frecuente observarla en personas que desconocen cómo respirar bien, así como en quienes padecen trastornos de ansiedad o depresivos, de modo que se muestra como una respiración superficial.
Es aquella que emplea la contracción del diafragma para inspirar y espirar. Cuando esto sucede se visualiza la expansión del abdomen en lugar del pecho.
Para una correcta respiración diafragmática debe realizarse una inhalación lenta y profunda a través de la nariz y una exhalación de las mismas características. Ambos pasos deben durar alrededor de 10 segundos.
Esta técnica posee un gran valor en yoga, pues no solo se emplea para conseguir un estado de calma, sino también para aprender a respirar bien y permanecer presentes en el ahora.
Un pranayama es un ejercicio de yoga con el que se busca la consciencia de la respiración. De hecho, el yoga cuenta con distintas técnicas para la absorción de prana o energía vital, basadas en la inhalación, exhalación y retención del aire.
Es uno de los ejercicios más conocidos de esta disciplina enfocados al equilibrio de la energía. Para llevar a cabo su práctica necesitarás apoyar el dedo índice de la mano derecha sobre la frente, entre las cejas. Apoya el dedo pulgar de esta mano en la fosa nasal derecha e inspira por la fosa nasal izquierda. Retén el aire durante cinco segundos. Cierra la fosa nasal izquierda con el dedo anular y exhala por la derecha. Aguanta el aire durante cinco segundos. Una vez termines la espiración, inspira por esa misma fosa nasal.
Fácil y accesible para cualquier persona, la sukha purvak es una técnica de respiración que consiste en vaciar los pulmones por completo. Tras ello, realiza una inhalación profunda y retén el aire durante ocho segundos comprimiendo el mentón. Levanta la barbilla y exhala durante ocho segundos más.
Esta técnica se refiere a la fricción del aire durante la inspiración y la espiración debido a la contracción de la glotis, la parte superior de la laringe. Para su práctica debes tomar asiento e inhalar y exhalar por la nariz haciendo uso de la respiración abdominal. Esto dará lugar a un ronquido gutural debido a la resistencia para la entrada y salida del aire. No obstante, esta respiración calma y equilibra el sistema nervioso.
Respirar bien y llevar a cabo una práctica de respiración consciente puede repercutir positivamente a distintos niveles. ¿Cómo puede ayudarte?
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Si quieres respirar bien y experimentar los beneficios de la respiración consciente te recomendamos que cada día dediques unos minutos para detenerte y estar presente. Durante este tiempo, pon en práctica alguno de los ejercicios anteriores y verás cómo, poco a poco, descubres una nueva forma de percibir la vida.